No sé si conoces la metáfora de la botella de cristal, las piedras grandes, las piedrecitas y la arena. Sí, esa que se usa para explicar que, si no metes primero las piedras grandes y empiezas con la arena, es probable que la botella se quede pequeña y no puedas introducir lo más importante (las piedras grandes).
Es una metáfora interesante que he utilizado alguna vez, aunque suele centrarse demasiado en la productividad.
Hoy quiero proponerte un ejercicio de introspección diferente al de la rumia mental, uno que te lleve a enfocarte en aquellas partes de tu vida que son inamovibles, fundamentales…
Pasar tiempo de calidad con tu pareja, con tu hijo, con tus amistades.
Hacer deporte o disfrutar del aire libre.
Dedicarse al ocio.
Viajar y explorar el mundo.
Conectar con otras personas.
Estas son las piedras grandes que no sólo dan forma a tu modelo de negocio, sino también a tu vida. Es importante tenerlo presente mientras construimos nuestro camino.
Podrías pensar que esto es una publicación sobre valores, pero no es así...
Con VálidaMente, no solo buscamos que logres la vida que deseas, sino también el trabajo que realmente quieres.
¿Te pierdes en lo que no aporta valor o en lo que te gusta?
Es muy típico en mí obsesionarme buscando la herramienta perfecta para alguna de mis ideas, y sé que esto también les pasa a muchos psicólogos y psicólogas que emprenden.
Ya sea por un miedo compartido a perder libertad o porque de verdad es crucial elegir bien, podemos acabar perdiendo mucho tiempo en tareas que ni se nos dan especialmente bien ni disfrutamos.
¿Qué disfrutas tú? ¿Qué haces desde la pasión?
En mi caso, como psicólogo, sé que lo mío es la psicología: el estudio, la divulgación y la terapia. Esa es mi fortaleza, mi piedra grande. Y todo lo demás, aunque a veces importante, debe ir en segundo plano.
No tiene sentido que tu día se consuma en aprender a editar un video, solucionar un problema técnico o preocuparte por la contabilidad. PERO, puede que haya algo en tu día a día que, aunque no aporte un valor directo, te guste.
Lo que quiero decir es que la famosa frase de “haz lo que se te da bien y delega el resto” hay que tomarla con cuidado, porque ser bueno en algo no debería ser la única razón para hacerlo.
A mí me encanta cacharrear con tecnología, y no me imagino montando un proyecto en el que no me encargue de una parte de eso.
También conozco a personas que disfrutan editando sus videos, y no deberían delegarlo si no es lo que quieren. Igual que si alguien disfruta haciendo la contabilidad, aunque seguro hay menos casos de eso...
No todo es coste de oportunidad
Y aunque es importante que seas consciente de tu coste de oportunidad cuando no logras abarcar todo y acabas descuidando otras áreas de tu vida, también es necesario que te aferres a esas pequeñas “tareas” que disfrutas a lo largo de tu camino como emprendedor.
¿Pasar horas diseñando con Canva o Notion es una tarea de valor? Tal vez no si lo medimos en términos económicos, pero si puedes permitirte “gastar” ese tiempo, no dejes que te lo quiten.
Conozco a creadores de contenido que podrían delegar por completo la edición, pero no lo hacen porque lo disfrutan.
Así que, si hay una lección importante en todo esto, es que si encuentras una parte de tu trabajo que realmente disfrutas, deberías considerarlo a la hora de construir tu proyecto alrededor de ello. Porque eso también puede ser un valor diferencial para tu marca personal. ¿A que es fácil asociarme con herramientas digitales, plataformas de cursos y todas estas movidas? 😉
Por cierto, muy pronto lanzamos lo mejor que hemos hecho hasta ahora: el podcast en abierto de VálidaMente, donde podrás conocer de primera mano a otros profesionales compartiendo sus experiencias en el mundo del emprendimiento. Ya hemos grabado episodios con Ángela Aznárez y mi compi Jay Prasad, y tenemos fechas con Sarah Belén Olarte, Miriam Rocha, Alberto Gimeno, Marina Bazaga, Juan Muñoz y muchos más... ¡Apúntate ya al canal para no perderte nada!