Psicología en feria
Descubrimos cómo la Feria de Málaga y el Campero nos enseñan a crear experiencias únicas en psicología.
Esta semana, el emprendimiento se ha entrelazado con el Cartojal, algo que suele suceder en Málaga, y nos ha brindado la oportunidad de reunirnos con parte de la familia de Válidamente.club para hablar de psicología y emprendimiento junto al mar.
No hay nada como compartir ideas sobre cómo aplicar los principios del marketing y el desarrollo de negocios en nuestras prácticas psicológicas mientras disfrutamos de un buen pescaito frito en la mesa.
En medio de las celebraciones de la feria, que paraliza la ciudad durante diez días, no pude dejar de lado un video viral que circuló por los grupos de WhatsApp.
Para quienes no sois (por desgracia) de Málaga, uno de nuestros platos más emblemáticos es el "Campero", un bocadillo que se suele disfrutar antes o después de salir de fiesta, y que siempre ha sido una alternativa popular a las famosas smash burgers entre los jóvenes de 18 años.
Este sencillo, pero increíble, bocadillo se elabora con un mollete de Antequera, lechuga, tomate, queso, jamón cocido y mayonesa (aunque también se le puede añadir pollo), todo muy tostadito y por un precio que ronda los 6 euros.
Sin embargo, al observar el precio en la feria, donde un Campero cuesta 19,50€, nos lleva a reflexionar sobre cómo el contexto puede influir en la percepción del valor.
La gente está dispuesta a pagar más por una experiencia que consideran especial.
Esto nos plantea una pregunta importante: ¿cómo podemos, como profesionales de la psicología, crear experiencias que justifiquen un precio premium?
Aquí es donde entra en juego la importancia de la experiencia del cliente.
En la feria, la experiencia no se limita a la comida; es todo un evento.
La música, el ambiente festivo y la compañía hacen que cada bocado del Campero valga la pena para muchos.
En nuestras consultas, podríamos pensar en cómo ofrecer un entorno que no solo sea acogedor, sino que también genere una experiencia memorable para nuestros clientes.
Desde elementos sensoriales como música suave o aromas relajantes, hasta crear un ambiente que haga que la visita a nuestra consulta sea algo más que una simple sesión de terapia.
La ubicación y el contexto son clave.
En la feria, la gente busca experiencias únicas y está dispuesta a pagar más por ellas.
En nuestro campo, podríamos considerar la creación de "retiros de bienestar mental" o "workshops intensivos de fin de semana" que ofrezcan una experiencia inmersiva y transformadora.
El entorno adecuado puede justificar un precio más elevado si el valor percibido es alto.
Además, podemos extraer de esta situación el poder de la narrativa y el storytelling.
En la feria, cada caseta tiene su propia historia y estilo, lo que atrae a las personas y les invita a acercarse.
En nuestras prácticas, contar nuestra historia personal, nuestras motivaciones para ser profesionales de la psicología y cómo hemos ayudado a otras personas puede crear una conexión emocional con nuestros clientes.
Esta conexión puede ser un poderoso motivador para que nos elijan en lugar de a otros.
En la feria, la gente no solo compra un Campero; compra la experiencia, el momento y el recuerdo.
Podríamos enfocarnos en vender no solo terapia, sino una transformación vital, un camino hacia el bienestar que va más allá de las sesiones individuales.
La segmentación del mercado también es un aspecto importante a considerar.
En la feria, hay opciones para todos los gustos y presupuestos, desde tapas más sencillas hasta platos más elaborados.
¿Cómo podemos aplicar esto a nuestro emprendimiento?
Debemos considerar ofrecer distintos niveles de servicios, desde sesiones individuales a precios accesibles hasta programas de terapia intensiva que ofrezcan un valor añadido.
Esto no solo nos permite atender a una mayor variedad de clientes, sino que también puede aumentar nuestras oportunidades de ingresos.
La presentación es otro factor crucial.
Seguramente, ese Campero en la feria no solo es más caro, sino que está presentado de una manera especial, quizás con ingredientes gourmet o en un empaque distintivo.
En nuestro caso, ¿cómo podemos "empaquetar" nuestros servicios de una manera más atractiva?
Tal vez creando materiales de apoyo exclusivos, utilizando tecnología de vanguardia en nuestras sesiones, o diseñando un espacio de consulta que transmita una experiencia premium.
Sin embargo, no todo se trata de aumentar precios y crear exclusividad. La ética en nuestro campo es fundamental.
Debemos asegurarnos de que cualquier estrategia que implementemos esté alineada con nuestros valores y el bienestar de nuestros pacientes.
La transparencia y la honestidad deben ser siempre nuestra prioridad.
Es importante recordar que el valor percibido es subjetivo.
Lo que para algunos puede parecer caro, para otros puede ser una inversión valiosa en su bienestar.
Nuestra tarea es comunicar claramente el valor que ofrecemos, los resultados que pueden esperar nuestros pacientes y por qué somos la mejor opción para ellos.
Esta experiencia en la Feria de Málaga nos enseña que, en el mundo del emprendimiento y la psicología, como en cualquier negocio, la clave está en entender a nuestro público, crear valor único, comunicarlo efectivamente y adaptarnos constantemente a las necesidades cambiantes del mercado.
No se trata solo de subir precios, sino de crear experiencias transformadoras que justifiquen la inversión de nuestros clientes.
Así que, ¿qué "Campero premium" podéis ofrecer?
Las posibilidades son infinitas y el potencial de crecimiento es enorme.
Recordad siempre que nuestro objetivo final es ayudar a las personas a vivir vidas más plenas y felices.
Si podemos hacer eso de una manera innovadora y sostenible para nuestros negocios, estaremos en el camino correcto.
Sigamos creciendo y aprendiendo juntos.