Regreso de una semana donde un resfriado ha golpeado mi agenda, pero también lo ha hecho un evento al que tuve el placer de asistir, llamado ‘Alhambra Venture’.
Este reúne en Granada (España) a personas emprendedoras e inversoras para generar sinergias durante un par de días.
Allí tuve la oportunidad de conocer a algunas personas lectoras de este pequeño rincón que tú y yo compartimos, lo cual nos condujo a algunas conversaciones sobre lo que quiero contarte hoy.
¿Por qué nos da miedo cobrar?
Muchas personas profesionales, concretamente en el sector de la psicología, luchan con la creencia de que no merecen cobrar un precio justo por sus servicios. Nos esforzamos tanto en la empatía y la ayuda a los demás que a veces nos olvidamos de nosotros mismos y de valorar nuestro trabajo.
El miedo al rechazo nos invade cuando emprendemos, sin importar el sector. De hecho, me encontré con un caso similar en una persona que está creando una comunidad de nómadas digitales que comparten vivienda.
Si estableces un precio alto, podrías tener miedo de que los clientes te rechacen. Sin embargo, es crucial recordar que el valor que aportas como profesional no está determinado por un cliente en particular, sino por la calidad de tu trabajo.
Este chico de la plataforma, de hecho, quería ofrecer su servicio de manera gratuita, a pesar de que aportaba un valor y un ahorro al nómada, muy superior al precio que planeaba cobrar en un futuro.
Hay que dejar de asociar el dinero con la avaricia.
A menudo, como profesionales, tememos cobrar más para que no se nos vea como codiciosos o incluso poco éticos. Es importante recordar que, aunque la psicología se trata de ayudar, también es una profesión y mereces ser compensada adecuadamente por tu tiempo y tus habilidades.
Entonces, ¿cómo superamos estos temores?
Reconoce tu valor: Eres una persona profesional capacitada que ha invertido tiempo, esfuerzo y dinero en su formación.
Comunica tu valor: Asegúrate de que tus clientes entiendan qué están pagando. Explica las habilidades y la experiencia que aportas, así como los beneficios que obtienen en sus vidas con tus servicios.
Busca apoyo en la comunidad: Habla con otros psicólogos y psicólogas, comparte tus preocupaciones y miedos, y busca consejo.
Y con esto, me despido hasta la semana que viene, gracias por llegar hasta aquí y recuerda que mereces ser recompensado de manera justa.
¡Si tienes algún tema en particular que te gustaría que tratáramos, hacédnoslo llegar!