Hoy quiero compartir algo muy personal contigo, algo que me sucede cada verano, y estoy cien por ciento seguro de que te sucede a ti también si estás a tope con tu práctica y tu negocio: la falta de motivación para crear contenido.
Y si, me está pasando con esta newsletter.
Permíteme darte algo de contexto.
Las redes sociales están llenas de imágenes de playas, mojitos y personas disfrutando de merecidas vacaciones.
Y allí estás tú, con este negocio que no puede esperar, esa newsletter que tiene tanto que decir, esas redes sociales que necesitan contenido con tanta frecuencia si vas a atraer a esos potenciales pacientes o clientes.
Y sí, tienes ganas de sentarte y escribir o grabar un video justo ahora, ¿verdad?
¿Quién querría pensar en escribir contenido cuando el verano suena a través de la ventana? Permíteme decirte, que hay un par de trucos que me han salvado experiencia cercana a la muerte (nada dramático yo).
En primer lugar, acepta que no siempre vas a estar de humor.
Esto suena tonto, pero en realidad es un enorme alivio. No se trata de tratar de estar inspirado cuando no se está; más bien, se trata de aprender a vivir con el hecho de que uno no es necesariamente inspirado todo el tiempo.
Como profesional de la psicología, eres perfectamente consciente de que los seres humanos son seres emocionales y de que, como tal, nuestra variabilidad en el estado de ánimo se manifiesta en nuestra productividad.
Pero, tomando tu propio consejo, como lo haces con tus clientes, simplemente no podemos permitirnos que esos días nos marquen.
Aquí está el primero de mis consejos: necesitas tener algo de rutina.
Me gusta tener un momento regular, breve, para escribir, sin importar la justificación.
Podría ser de 9:00 a 10:00 de la mañana todos los días, sentado con una taza de café alrededor.
No es el momento en el que vaya a tener las palabras correctas, sino más bien, solo me pongo en funcionamiento, para que puedan llegar las ideas, aunque a primera vista no vengan.
Todo es una cuestión de perseverancia, después de todo, porque con regularidad las ideas realmente brillantes aparecen justo en ese momento en que crees que no tienes nada que decir.
Una estrategia que me ha servido cuando simplemente no me siento capaz de elaborar un documento lo suficientemente original es la reutilización.
Suena como una solución bastante obvia, pero a menudo, puede ser realmente mágica.
Echa un vistazo a tus viejas publicaciones, entrevistas o esos temas que cubriste en el pasado y que fueron trending.
¿Hay algo que puedas actualizar, un nuevo ángulo que puedas explorar, o un tema relacionado en el que puedas profundizar?
No solo te estás evitando trabajo y esfuerzo, sino que también eres capaz de ofrecer contenido relevante y fresco, sin tener que seguir reinventando la rueda.
Por ejemplo, escribí un post sobre cómo los profesionales de la psicología podrían usar la prensa para promocionarse como profesionales.
Funcionó bien en ese momento, pero más recientemente noté que podría mejorar al añadir nuevas experiencias que me han surgido al estar en contacto con la prensa últimamente.
Así que desarrollé un segundo post de estilo similar, pero para el cual no tuve que forzarme a ese nivel de energía creativa.
La otra táctica que hasta la fecha me ha salvado más de una vez es tomar el ánimo del verano y trabajar con él, en lugar de lamentarlo.
Muy a menudo, uno puede caer en la trampa de pensar que, simplemente porque sea verano, no debes tomarte en serio tu trabajo.
Pero, ¿qué pasa si usas esa actitud laxa para darle a tu contenido un tono ligeramente más fresco, ligero y estacional?
Por ejemplo, en lugar de siempre publicar algo que es largo y técnico, puedes publicar algo que es visual y conciso, como algún consejo rápido para tus seguidores.
O incluso tomar videos afuera, tal vez en el campo o en la playa, para aprovechar los días de buen tiempo y también cambiar un poco el paisaje para dar un toque más personal y familiar a tus publicaciones.
Y si aun así, sientes que te desmotivas porque estás abrumado/a, entonces intenta la técnica de agrupamiento.
Es super simple: agrupa los trabajos similares juntos en el tiempo.
Digamos que necesitas hacer algunas publicaciones para Instagram.
Bueno, tómate una mañana y escribe todos los guiones para tus reels al mismo tiempo.
Luego, en un segundo paso, programarás la grabación de tu contenido en un mismo día.
Por lo tanto, en lugar de estar todo el tiempo alternando entre diferentes tareas, estás completamente dedicado a un tipo de actividad a la vez, lo cual es muchas veces menos agotador y más efectivo.
Terminas programando todo el contenido para que se suba automáticamente y fin.
Para mí, el batching me va a permitir tomarme un poco de tiempo libre en septiembre (que por cierto es mi cumpleaños).
Pasando un par de días al mes creando y comprometiéndome, me doy el lujo de hacer otras cosas, sin remordimientos y miedos de que no estoy a tope.
Es como si estuviera dando a mi mente la oportunidad de respirar mientras mantengo mi negocio a flote.
Y lo último que quiero recordarte, es que debes conectar con tu por qué.
A veces nos cerramos en banda y no nos ponemos a trabajar porque olvidamos por qué estamos aquí.
Toma un momento y pregúntate por qué elegiste estar en esta profesión.
¿Qué es lo que disfrutas de ayudar a la gente? ¿Qué tipo de cambio quieres hacer?
Recalibrar ese propósito puede ser una excelente inyección de energía para vencer la apatía y levantarse.
En mi caso, siempre que me siento desmotivado, simplemente leo los mensajes de la gente que se ha beneficiado de lo que hacemos en Válidamente.
Esas reseñas son la prueba de que, aunque a veces dude y lo coloque en la larga lista de otras cosas que hago, realmente tengo un impacto.
Y eso, créeme, es una gran fuerza impulsora cuando se trata de escribir.
Finalmente, no tengas miedo de pedir ayuda o delegar.
Si la falta de motivación persiste en el tiempo, posiblemente debas comenzar a externalizar.
Hay profesionales que pueden ayudarte a mantener tu presencia en buena forma mientras atiendes los cientos de otros pequeños detalles que vienen con tu negocio o simplemente te relajas y tomas un merecido descanso.
No es ningún fracaso saber que no puedes hacer todo por ti mismo/a, y de hecho es un movimiento inteligente que puede ayudarte a escalar tu negocio.
Crear contenido cuando realmente no estás en el estado de ánimo, especialmente en verano.
Puede doler, pero no es imposible.
Ten rutinas, recicla un poco, trabaja con tu agenda, agrupa tareas, recuerda tu porqué y, si todo lo demás falla, no dudes en pedir ayuda.
Recuerda, como profesionales de la psicología, estás en el negocio de ayudar a las personas, y con cada palabra que escribes tienes una oportunidad para exactamente eso, incluso cuando la situación te impulse en la dirección contraria.
Espero que estos pequeños consejos y estrategias sean útiles y te ayuden a eliminar cualquier cosa que te esté retrasando en tu crecimiento, sea el momento del año que sea.